Música clásica desde 1929

Patricio Gutiérrez
Abril 2024 - Núm. 982

Patricio Gutiérrez

Orquesta de Cámara de Canarias / Bautizo en el Auditorio Nacional de Música

El próximo 30 de mayo, el Auditorio Nacional de Música bautiza el debut en Madrid y en la península de la Orquesta de Cámara de Canarias (OCC), que estará dirigida por su director y concertino, Patricio Gutiérrez, que además de concertino y director de la orquesta, es Catedrático de violín y Doctor por la Universidad de Salamanca. Este concierto coincide con el día de Canarias, “es el día del archipiélago canario y por primera vez una orquesta de Canarias lo celebra en Madrid. Al mismo tiempo, va a ser nuestro debut en la península y nada menos que en el Auditorio Nacional de Música. Por otro lado, nos hace mucha ilusión rendir un merecido homenaje con este concierto al que fuera precisamente el primer presidente de Canarias, una de las personalidades más importantes en el archipiélago, defensor a ultranza de la cultura en las islas y, además, uno de nuestros primeros apoyos: el Sr. D. Jerónimo Saavedra”.

Patricio Gutiérrez nos relata las vicisitudes que ha tenido la OCC hasta estar donde está, echando en falta un mayor apoyo institucional: “El hecho de contar en el archipiélago con una orquesta de cámara de calidad y que además es una fuente de recuperación de nuestro patrimonio histórico, creo que debería tener sin lugar a dudas algún tipo de subvención…”.

En la actualidad, la OCC tiene una programación basada en compositores canarios y repertorio habitual de una orquesta de cámara: “Creemos que nuestra audiencia valora mucho nuestro apoyo a los compositores y solistas canarios que en ocasiones programamos, a la vez que disfruta de obras de los grandes compositores”. Bienvenida a RITMO a la Orquesta de Cámara de Canarias y a Patricio Gutiérrez.

 

¿Qué podemos saber de Patricio Gutiérrez y de la Orquesta de Cámara de Canarias?

Soy un violinista originario de Santa Cruz de Tenerife, un lugar pequeño y privilegiado que, sin lugar a dudas, ha influido en mi forma de ser, y principalmente un gran afortunado por tener unos padres fantásticos, profesores del extinto Conservatorio Superior de Música de Santa Cruz de Tenerife en las especialidades de guitarra y piano, quienes me supieron transmitir e inculcar desde pequeño los valores más importantes, tanto desde un punto de vista personal, como musical. En cuanto a la Orquesta de Cámara de Canarias (OCC), para mí ha supuesto un punto de inflexión en mi modesta carrera. Históricamente hablando, la OCC se fundó en 1935 y fue una de las primeras orquestas de cámara creadas en España a principios del siglo XX. Dicha orquesta desapareció en 1970 cuando el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife refundó la Orquesta Sinfónica de Tenerife, orquesta que ya se había creado en 1934, y a la cual se adhirió la totalidad de la plantilla de la OCC. En 2017 inicié mi tesis doctoral sobre la historia de la OCC y en ese contexto surgió la idea de la refundación de la misma. Desde entonces hasta ahora hemos seguido creciendo cada día y con cierto orgullo, al ser una de las pocas orquestas profesionales de cámara actuales en España.

 ¿Qué importancia le concede a su debut en Madrid en el Auditorio Nacional? Precisamente en el día de Canarias, el próximo 30 de mayo…

Para nosotros es un día muy especial por varios motivos. Por un lado, es el día del archipiélago canario y por primera vez una orquesta de Canarias lo celebra en Madrid. Al mismo tiempo, va a ser nuestro debut en la península y nada menos que en el Auditorio Nacional de Música. Por otro lado, nos hace mucha ilusión rendir un merecido homenaje con este concierto al que fuera precisamente el primer presidente de Canarias, una de las personalidades más importantes en el archipiélago, defensor a ultranza de la cultura en las islas y, además, uno de nuestros primeros apoyos: el Sr. D. Jerónimo Saavedra. 

¿En qué consiste el repertorio de ese concierto?

Nuestra filosofía en la OCC es abrir siempre los conciertos con una obra de algún compositor canario. Para nosotros es muy importante dar un espacio a las obras de los compositores canarios. Entendemos que no dejamos de ser una mera herramienta de difusión de sus obras y muestra de ello son los convenios que hemos firmado con las dos asociaciones de compositores en Canarias, COSIMTE y PROMUSCAN, las cuales y, dicho sea de paso, creo personalmente que merecen tener un mayor apoyo por parte de los programadores y administraciones públicas. A continuación, incluimos repertorio de distintas épocas y estilos, en ocasiones también con la participación de algún solista, y dando habitualmente un papel destacado a Mozart, quizá por predilección mía. Y contestando a su pregunta, el programa que abordaremos en el Auditorio Nacional el próximo 30 de mayo estará compuesto por la obra Tajaraste y Sorondongo de la Rapsodia Sinfónica del compositor tinerfeño Agustín Ramos (1941), seguido de la Sinfonía n. 29 en la mayor KV 201 de Mozart y de la Serenata para cuerdas en do mayor Op. 48 de Tchaikovsky, con la que cerraremos el concierto.

La OCC es una agrupación que carece de subvención alguna por parte de las administraciones canarias… ¿Esto es normal?

Si lo comparamos con lo que ocurre en otras formaciones de características similares, no es lo habitual. Construir un proyecto de este calibre sabíamos que no iba a ser una tarea fácil y supone mucho esfuerzo y sacrificio al principio. Al ser un lugar “pequeño”, conseguir hacerse un hueco en la programación en las islas o recibir alguna ayuda requiere de tiempo, pero lamentablemente por ahora no lo hemos logrado. Para este concierto tan importante de la OCC en Madrid sí que contamos con el apoyo puntual del Gobierno de Canarias, al cual agradecemos muy sinceramente la ayuda prestada. No obstante, confiamos en que nuestros apoyos aumenten en un futuro próximo, puesto que el respaldo es fundamental para seguir desarrollándonos artísticamente. El hecho de contar en el archipiélago con una orquesta de cámara de calidad y que además es una fuente de recuperación de nuestro patrimonio histórico, creo que debería tener, sin lugar a dudas, algún tipo de subvención…

Perdone que le interrumpa, pero ustedes llevan la palabra “Canarias” en su nombre…

Exacto, y en mi opinión, cada región debe mirar con perspectiva, pensando a medio/largo plazo, y apoyar a fondo perdido su cultura, pues se obtienen beneficios más allá del puramente económico.

¿Dónde están los límites de la OCC?

Si hablamos del aspecto musical, a priori no nos queremos plantear ninguno. Queremos progresar y enfrentarnos a nuevos retos. Nuestro objetivo es alcanzar en un futuro no muy lejano un estilo y sonoridad propia, pero para eso es condición sine qua non el contar con un espacio y una continuidad que nos deje crecer de manera apropiada. Nosotros trabajamos como un grupo de cámara, donde el concertino suple la figura del director. Los componentes de la plantilla debemos trabajar para obtener un mismo concepto e idea musical, respirar y transmitir de la misma forma, y tener una flexibilidad exquisita para adaptarnos a cualquier variación de lo previamente establecido que pudiera surgir durante la interpretación. Al ser una plantilla menor a la de una orquesta sinfónica, la dificultad reside en conseguir empastar el sonido, el fraseo, la articulación y la afinación, pues cualquier mínimo desajuste resulta mucho más evidente. El futuro de la OCC va a depender de nuestra propia voluntad y también de los programadores, del público y de las ayudas que podamos recibir. En todo caso y con el fin de preparar nuestro relevo, en el 2022 creamos la Joven Orquesta de Cámara de Canarias para dar continuidad a esta formación.  

¿Qué tiene más mérito para una orquesta como la OCC, tener una programación propia regular y estable o ser invitada con frecuencia a otros escenarios?

Lo ideal sería contar con ambas posibilidades, es decir, combinar una programación estable en las islas junto con algunas invitaciones. Es algo a lo que aspiramos porque, tal y como ya he dicho, nos permitiría crecer como formación y obtener una sonoridad y estilo propios, pero, para ello, los programadores e incluso las administraciones deben tener la sensibilidad, capacidad y valentía para mirar con perspectiva y salir de lo fácil o ya establecido. Hay que dar espacio a nuevas iniciativas de calidad y esta formación ofrece indudablemente aire fresco y renovación a la oferta musical en las islas y en el panorama nacional.  

¿Cómo podría definir la naturaleza creativa de la OCC y cómo cree que es recibida por el público?

Actualmente, el peso de la organización, elección de repertorio, confección de plantilla, logística y hasta económico en muchas ocasiones, recae en mí, pero, por supuesto, el proyecto no saldría adelante sin cada una de las pequeñas aportaciones de cada miembro de la orquesta. En cuanto al público, desde nuestro primer concierto hasta el último, la afluencia ha ido in crescendo. Estamos empezando a tener un público fiel en Tenerife y en Lanzarote llegamos a llenar el Auditorio de Los Jameos. Creemos que nuestra audiencia valora mucho nuestro apoyo a los compositores y solistas canarios que en ocasiones programamos, a la vez que disfruta de obras de los grandes compositores.  

Háblenos de sus referentes, de sus maestros, de sus inspiraciones…

Mis primeros referentes son mis padres, sin lugar a dudas. Faltan palabras para agradecerles todo lo que han hecho por mí y por mi hermana, también músico. En lo referente al violín, mi primer gran maestro fue José Gámez, cordobés de nacimiento y que, tras estar unos años en Tenerife, regresó a su tierra para convertirse en el catedrático de violín del Conservatorio Superior de Música de Sevilla. Posteriormente, pude dar clases con Milan Jirout, uno de los componentes del Košické Kvarteto que fijó su residencia en Tenerife tras una gira de conciertos. Acabados mis años en la isla, ingresé en el Conservatoire Royal de Bruxelles, donde estudié con Adam Kornitcheski, Agustín León Ara y Thanos Adomopoulos, obteniendo el Primer Premio del Conservatorio y, posteriormente, el Diploma Superior “con Distinción”. Más tarde ingresé en la Escuela Superior de Música Reina Sofía y durante ese periodo tuve la oportunidad de poder dar clases con José Luis García Asensio, concertino de la English Chamber Orchestra y uno de los mejores músicos que he conocido. En esa etapa también tuve la oportunidad de poder tocar y dar clases con muchos de los grandes, como Zubin Mehta, Isaac Stern o Yehudi Menuhin, entre muchos otros. Fue la época donde gané algunos concursos nacionales de violín, así como de música de cámara, y donde creamos entre compañeros de la escuela, allá por 1995, el que a día de hoy es uno de los cuartetos más reconocidos a nivel nacional e internacional: el Cuarteto Casals. 

¿Cuáles son las motivaciones a día de hoy de Patricio Gutiérrez? ¿Se dedica también a la enseñanza? ¿Qué opina del nivel de enseñanza y del alumnado actual en España?

A día de hoy, me motiva mucho el proyecto de la OCC y que siga creciendo como formación. También me apasiona la pedagogía y quiero seguir formando a alumnos y acompañarlos en su camino hacia la vida profesional. En el ámbito personal, disfrutar de mi familia y amigos, y por supuesto de los deportes que practico desde siempre y que forman parte de mi filosofía de vida: el taekwondo y buceo. Actualmente soy profesor de violín y con más de 30 años de experiencia puedo decir con cierto orgullo que algunos de mis alumnos ocupan puestos en orquestas en países como Alemania, Portugal, Bélgica, Holanda y España, otros tantos son profesores de distintos conservatorios profesionales, después de haber superado las correspondientes oposiciones, y otros son componentes de grupos de cámara de cierta notoriedad. En cuanto al alumnado y el nivel de enseñanza, debemos partir de la base de que cada generación tiene sus peculiaridades, con sus puntos fuertes y sus carencias y, desde luego, los alumnos son un reflejo del contexto social actual. En esta época de la inmediatez y de la recompensa fácil e inmediata, muchos alumnos no tienen grabado a fuego el sentido del sacrificio y muestran nula o escasa tolerancia a la frustración, habilidades éstas más que necesarias en la vida en general, pero muy especialmente en la profesión de un músico, según mi opinión. Y en cuanto al profesorado actual, decir que durante este periplo he tenido la gran suerte de haber podido impartir clases en los que considero los dos mejores conservatorios superiores públicos en España: el Conservatorio Superior de Música de Castilla y León (COSCyL), en el que estuve trabajando 20 años, y el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid (RCSMM), en el que he estado 5. Actualmente, el nivel en la enseñanza del violín en España es digno de mención por su altísima calidad y en estos dos centros de referencia he coincidido con grandes compañeros y violinistas, como, por ejemplo, Joaquín Torre, Ana Mª Valderrama y Mª Carmen Jiménez Montes. Estos se unen a otros tantos, como son Aitzol Iturriagagoitia en Musikene, Juan Luis Gallego en el Conservatorio Superior de Murcia, Abel Tomás y Vera Martínez en la ESMUC, Miguel Colom en la Escuela Reina Sofía y el gran Vicente Huerta, a quien considero como uno de los mayores talentos del violín que ha generado este país. Todos ellos grandísimos profesionales y a los que les guardo un especial cariño y admiración profesional. 

¿Tiene limitaciones artísticas o está abierto a la nueva experiencia?

Pues abierto sí, pero creo ¡que con bastantes limitaciones! (sonríe). Siento mucha envidia sana cuando veo a violinistas como el espectacular Jesús Reina, que lo mismo interpreta el Concierto de Strauss de manera soberbia, como acto seguido es capaz de abordar otros estilos con la misma resolución, el flamenco entre ellos (¡!). Las generaciones de violinistas actuales hacen gala de un desparpajo envidiable.  

¿Qué música le gusta escuchar?

A mí me encanta el blues, el jazz... Me encantaría saber tocar y moverme en estos estilos. Uno de los conciertos más impactantes en los que he estado fue el que ofreció Stéphan Grappelli en 1994 en el Teatro Monumental de Madrid, donde pasaba del violín al piano de manera increíble… O también el de B.B. King en Valladolid, entre otros tantos. En cuanto a clásica, posiblemente haya escuchado más música de piano que de mi propio instrumento; esto es debido a que creo que el piano es indiscutiblemente el “cooperador necesario” para una mejor comprensión y desarrollo musical.

por Blanca Gallego & Gonzalo Pérez Chamorro

 

Orquesta de Cámara de Canarias
Director / Concertino: Patricio Gutiérrez
Concierto Día de Canarias
In memorian Jerónimo Saavedra

Programa

Agustín Ramos (S.C. de Tenerife, 1941)
Tajaraste y Sorondongo para orquesta de cuerdas
(de la Rapsodia Sinfónica)
W. A. Mozart (1756-1791)
Sinfonía n. 29 en KV 201
P. Tchaikovsky (1840-1893)
Serenata para cuerdas Op. 48

Jueves, 30 de mayo de 2024 · 19:30 hs
Sala de cámara (Auditorio Nacional de Música, Madrid)
www.eventim-light.com/es/a/656098fd59c28730be75d06a

 

Orquesta de Cámara de Canarias (OCC)

La Orquesta de Cámara de Canarias (OCC) se creó bajo el auspicio del Conservatorio Provincial de Santa Cruz de Tenerife en el año 1935. La creación de ésta fue consecuencia de la asignatura de conjunto instrumental creada en un primer momento por el conservatorio, en sesión de claustro el 8 de junio de 1935, siendo designado Santiago Sabina Corona como profesor de la misma. Dos meses más tarde, el 6 de agosto de ese mismo año, el conservatorio dio a conocer la creación de la Orquesta de Cámara de Canarias con su propio reglamento y al margen de la asignatura anteriormente citada. Tres fueron los artífices principales de la creación de esta orquesta, profesores todos ellos del Conservatorio Provincial de Santa Cruz de Tenerife: Antonio Lecuona Hardisson (1892-1976), director del Conservatorio Provincial, pianista y primer presidente de la OCC; Rafael Hardisson Pizarroso (1894-1966), profesor del conservatorio, pianista, escritor, crítico y primer contable de la OCC; y Santiago Sabina Corona (1893-1966), profesor del conservatorio, compositor y director titular de la OCC dede sus inicios hasta 1966.   La OCC comenzó sus ensayos en el mes de agosto de 1935 y debutó en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife en noviembre de ese mismo año, el 16 de noviembre de 1935.

1970: Desaparición de la OCC y refundación de la OST

Tras el fallecimiento de Santiago Sabina, acaecido en 1966, la plaza de director de la orquesta quedó vacante hasta el 18 de octubre de 1968, día en el que Armando Alfonso (1931) fue nombrado nuevo director de la OCC. Pero en 1970 y sólo dos años más tarde de que la orquesta tuviera un nuevo director, el Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, junto con el apoyo financiero de otras tantas entidades, dio a conocer la creación de una nueva agrupación orquestal, la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST), refundando así, treinta y seis años más tarde, la orquesta que ya había creado Evaristo Iceta en junio de 1934 en el seno del Círculo de Bellas Artes de la ciudad. A esta refundada OST se adhirió la totalidad de la plantilla de la OCC por acuerdo unánime de ésta, así como por su Junta Rectora, tal y como quedó reflejado en la prensa de la época. El 18 de noviembre de 1970, la OCC ofreció su último concierto como tal de esta primera etapa en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, después de 484 conciertos para, un día más tarde, el 19 de noviembre de 1970, presentarse de nuevo ante la sociedad tinerfeña la OST con su concierto de refundación en el Teatro Guimerá.

2019: Refundación de la OCC

El 17 de noviembre de 2019, tras 49 años de inactividad y con el respaldo del Excmo. Ayto de Santa Cruz de Tenerife, así como de distintas personalidades, como, por ejemplo Jerónimo Saavedra, Armando Alfonso, Guillermo González, Enrique García Asensio o Gonçal Comellas, entre otros, la Orquesta de Cámara de Canarias se presentó de nuevo ante la sociedad santacrucera en el Teatro Guimerá bajo la dirección del violinista tinerfeño, catedrático de violín y doctor por la Universidad de Salamanca, Patricio Gutiérrez. 

www.orquestadecamaradecanarias.com

 

Foto © Jeosm

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